Sophia Bliss no quería que la vieran llorar. Había algo de vergüenza en la debilidad de sus lágrimas cuando sostuvo el bate de beisbol entre sus manos, mirando a su alrededor como si de repente Alaska fuera un lugar desconocido. De la nada se sentía una forastera a pesar de todo su tiempo en Fairbanks, sola como nunca.
Tal vez era la rabia la que le nubló la vista mientras conducía. Limpiaba sus mejillas mojadas en tanto el paisaje pasaba rápidamente a través de la ventana y se perdía a sus espaldas — Siempre creyó que toda su vida era una mala comedia, permanentemente atacada por su mala suerte, pero lo de ahora rebalsaba cualquier vaso de agua.
Su hermana no estaba exactamente viva pero tampoco estaba muerta en el sentido bíblico, y por más que sintiera satisfacción al tener razón, en el fondo hubiera deseado no saber nada de las verdades que Alina escupió con tanto odio. El rojo sangre de sus ojos y la nueva elegancia de sus acciones: Era su otra persona aún estando en la misma sala de estar en la que habian estado conviviendo todo ese tiempo, una asesina a sangre fría que se alimentaba de la sangre de sus víctimas, su hermana menor. La que había jurado proteger.
"¿Puedes bajar el bate?" la voz calmada de Renesmee Cullen la hizo volver en si misma cerca de la puerta de entrada, como si la hubieran estado esperando desde antes que llegara "Tenemos que hablar."
"No te me acerques," respondió con rabia, y el volumen de su voz terminó alertando al resto en la casa "¡Que te quedes ahí Renesmee!"
"Lo siento, Sophia." pareció dolida al decirlo, pero a ella en cambio se le rompió el corazón al escucharla confirmar todo lo que su hermana le había dicho: Mentiras y mas mentiras "Iba a decírtelo-"
"No me interesa, no lo hiciste" pensó que el bate se rompería entre sus dedos ante la fuerza de su agarre, era su única defensa contra un grupo de vampiros mucho más poderosos que ella, pero nadie estaba al tanto de donde era capaz de llegar con su rabia "Todo este tiempo, todos ustedes los supieron," apuntó al resto de los Cullen angustiada, ¿Qué era para ellos? ¿La nueva humana mascota? ¿El brunch? No se había dado cuenta que se había puesto a llorar mientras hablaba, sin embargo las lágrimas no entorpecieron sus palabras cargadas de rabia. "Todos supieron que mi hermana estaba viva, se burlaron en mi cara, y me mintieron ."
"Sophia-"
"Me importa una mierda los años que tengan, que puedan ser o lo que no." Aun que el frío de afuera le congelara los huesos no se permitió mostrar más debilidades de las que ya mostraba, mucho hubiera entrado a una casa que ahora le parecía tan peligrosa, suficiente acto de locura era enfrentarlos con un bate como si la ayudara de algo "Ese no era un secreto tuyo Ren, la naturaleza de mi hermana no es algo que te pertenezca y puedas esconder," — "Me viste sufrir todo este tiempo, vivir sin ganas, y aún así no pudiste decirme que Alina era una maldita asesina inmortal" "Mierda, me dijiste que todos ellos eran tus malditos hermanos, los odiamos a todos juntas."
"Puedo explicarlo."
"¿Y qué me vas a decir? ¿Que me van a comer por saber tu secreto de mierda? ¿Qué no teníamos la confianza? Ilumíname por favor" limpió sus lágrimas con frialdad, secándolas como si estas solo la molestaran en su campo de visión "Podría haber besado a tu tío y lo único que hiciste fue hacerme creer que era tu hermano mayor."
"No todo es como te lo dice Alina" hablo su mejor amiga entre sollozos, entre toda la rabia no había visto a Jasper desde donde estaba escuchándolo todo, incapaz de decir algo mientras el resto de los Cullen la miraba en silencio "No podría haber dicho nada aun que quisiera. Va mucho más allá de ti y tu hermana."
"Dios, ¿Te estas escuchando? Vete a la mierda" — "No son más que un puñado de momias parlantes."
"Sophia. . ."
"No quiero que se me acerquen," pidió al escuchar a Carlisle tratando de calmarla "No quiero volver a saber sobre ustedes y su maldita familia."
"Lo siento."
"No sientes una mierda Renesmee, lo único que lamentas es que me enterara" contraatacó sin cansarse, se atropellaba a sí misma en sus palabras sin controlar lo que decía. Estaba dolida, y el dolor siempre te hace hablar desde otra perspectiva en donde no te importa herir igualmente — Muy en el fondo quería hacer que le doliera igual que ella, clavarle el puñal de sus palabras en el pecho para siempre como ella lo había hecho también "¿Es verdad que tus padres son Isabella y Edward?" "Ya cavaste tu propia tumba, venga dímelo."
"Yo-" Sophia Bliss hizo una mueca de asco al verlos juntos, mirando al resto de la familia tensa y alerta de cualquier cosa que hacía. Si tuvo miedo, se obligó a no demostrarlo para protegerse a si misma "Si lo son."
"Dios," se llevó la mano a la cabeza, en menos de ocho horas habían borrado su concepción de realidad con una mala goma, y ahora todo parecía una mancha negra en medio de un papel nuevo "No puedo creer como me tragué toda esta mierda, como rayos no lo ví que eres igual a ellos."
"Necesitas calmarte" dijo Esme, sin embargo, antes de que pudiera acercarse a ella para darle un poco de consuelo, Sophia la apuntó con el bate de beísbol claramente aterrada de lo que eran, a pesar de que supiera que no era justo. "No pasa nada." dijo la castaña al levantar ambas manos al aire en símbolo de paz, pero ella no aflojo el agarre en su bate al ver como los demás daban un paso hacia donde estaba decididos a defender a su figura materna "Basta ya, no se le acerquen."
"California, baja el bate" la llamó Jasper "No dejaría que algo te pasara, te lo prometo."
¿Por qué ahora escucharlo hablar como un ente en la habitación le dolía causando estragos en su corazón? ¿Con qué cara prometía algo? A estas alturas de su vida no sabía si golpearlo fuertemente con el bate o besarlo cada vez que la llamaba California — Su propia versión de Drácula.
"Eras mi mejor amiga," Ignoró al rubio con una punzada en el pecho, mirándola en tanto se limpiaba las lágrimas, más que su extraña familia, le dolía pensar en la nueva perdida de Jasper y Ren en una misma noche, todas las mentiras y la falsedad que le había contado Alina "Eras una hermana para mí, una que durmió en mi propia cama luego de una mala noche, una a la que limpié su vomito y cuide como si hubiera sido familia."
"So-"
"Jódete, Rene" sentenció bajando el bate "Todos ustedes," agregó "Espero que tengan una eterna vida de mierda."
"No digas eso. . ." pidió la híbrida, pero ella no la escuchó. Las manos le temblaban, y no volvería a desmayarse en una casa llena de vampiros "Sophia, escúchame te lo ruego."
"No me hables en lo que sea que vivas." les pidió "Ni en la Universidad ni en la calle, ni en ningún lado. No te quiero cerca" No supo de donde saco las fuerzas para decirlo, pero entre el dolor de su pecho levanto la barbilla sin dejar que siguieran pisoteándola: Como una buena persona impulsiva "A ti tampoco."
Jasper supo que se lo decía a él cuando lo miró directamente a los ojos, dejándolos con la palabra en la boca mientras salía hecha una furia sin esperar una respuesta de nadie. La miró subiendo a su auto desde la puerta abierta, y no apartó la mirada ni cuándo ella misma lo miró desde dónde estaba, con fuego en la mirada detrás del parabrisas, capaz de poder incendiar la casa completa si se lo hubiera propuesto. La dejo ir en medio de la incredulidad, y se mordió la lengua cuando quizo decir que se los había advertido.
"Yo les dije que esto iba a pasar" Renesmee pareció leer su mente en ese instante, hablando en voz alta "Yo les dije que no podíamos esconder lo que Alina había pasado, que esto iba a terminar mal."
"Los vampiros no están hechos para estar con los humanos" repuso Rosalie "Lo más sensato que pudo hacer fue pedir que la dejaran en paz, si tiene la mitad de cerebro que creo que tiene no va a volver a vernos."
"¡¿Cómo puedes decir eso?! ¿Cómo puedes ser tan egoísta?" la rubia pareció desencajada al escuchar a su sobrina, la misma que había amado desde saber de su existencia dándole la espalda "¡Sophia es mi mejor amiga! ¡Mi amiga! ¡La que no me quiere por ser familia si no por elección propia! ¡La maldita compañera de Jasper!"
"Y una humana," Rosalie no dio su mano a torcer mientras acomodaba el cabello rubio sobre sus hombros "No pueden olvidar todo lo que pasó Isabella y Edward, no vamos a volver a pasar por lo mismo. Esta familia no soportaría mas amenazas de los Vultiri, Alina es un problema de Sophia."
"Yo la hice parte de esto, ha sido mi culpa" se adelanto la adolescente, y por un minuto quizo ser castigada por su gran estupidez "Alina esta así gracias a mi, por que me involucré mucho con ella."
"Esto no es tu culpa, cariño" intervino Esme, y a pesar de lo helada de su piel pudo sentir la calidez de lo que le decía mientras tomaba su mano "No es tu culpa querer tener amigos, esta vida puede ser abrumadora a veces, y comprendemos que necesites algo de humanidad a veces."
"¿Y vamos a dejarla ir así como así?" preguntó Rosalie incrédula "¡Sabe lo que somos! ¡Tendremos que irnos de aquí!"
"No va a decir nada" agregó Bella, ella más que nadie sabia lo que era cargar con un secreto que no te pertenecía, uno que sabías ponía a todos en peligro si los revelaba "Sophia no diría nada de nosotros, su preocupación es otra y no es alguien así."
"No me voy a ir a ningún lado tampoco," sentenció Renesmee al final "¿Quieres que la deje para que muera? Su hermana psicópata habló con ella ¿Y esperas que dejemos el pueblo para que muera? No solo eres hermosa Rose, tienes que pensar un poco más allá ahora, puedes hacerlo, eres alguien inteligente en el fondo."
"¡Renesmee!" la llamó su padre, pero a la adolescente no le importaba recibir un castigo a esas alturas.
"No voy a permitir que nadie mas muera en este pueblo," la miró a los ojos al hablar, sin retirar la mirada del semblante duro de Rosalie Hale "Yo no les voy a dar la espalda, a ningun humano de este pueblo."
Por primera vez no tuvo una respuesta para ella. Al parecer, Rose estaba demasiado ocupada ofendiéndose de la manera en que le hablaba cuando le triplicaba la edad, por lo que su ceño se frunció antes de sentir las manos de Emmett sobre su cintura, apretándolas suavemente por sobre su ropa en un intento de calmarla. No dijo nada — No tenía nada que responderle. Rosalie Hale sabía lo que hacía mientras Renesmee se las daba de adolescente sabionda, cargaba con 106 años en la espalda y estaba cansada de lidiar con mierda.
No iba a decir nada, pero cuándo tomo la mano de Emmett ofreciéndole ir a otro lado, lo único que salió de su boca fue: — "¿Dónde rayos esta Jasper?"
Alice, quién no había dicho nada en todo ese tiempo los miró con una sonrisa cómplice, pues mientras todos estaban muy ocupados discutiendo el futuro de la familia, lo había visto escabulléndose silenciosamente de la sala sin atraer la atención de nadie más que ella.
Fue cosa de tiempo cuándo Renesmee juntó las piezas del puzzle también.
Claro que Jasper se había ido con Sophia.
Sophia se dio cuenta de mala manera que no tenía tanta fuerza en los brazos como para subir por el techo con delirios de Peter Parker, por lo que volver a subir por su cuenta ya que Helen estaba en su séptimo sueño fue más complicado de lo que había previsto — ¿Alguna vez ella misma iba a volver a dormir relajada? Después de todo lo que se había enterado, difícilmente iba a sentirse segura en su propia casa.
Impulsándose con un tacho de basura, logró subir al techo sigilosamente entre la sombra hasta su habitación. La ventana estaba apenas abierta para cuando la empujó hacia arriba entrando con dificultad, su cuarto estaba helado para cuando se giró a cerrar con seguro, ese era su plan inicial antes de verlo escabulléndose a su cuarto detás de ella, reprimiendo un ahogado grito cuando perdió el equilibrio gracias al susto que sintió al ver el cabello rubio de Jasper Hale en la misma ventana por la que ella había entrado. El vampiro entró en su habitación manteniendo una notable distancia, pero Sophia perdió el equilibrio por el susto, y mientras esperaba el golpe de la caída, pudo notar el agarre del rubio en su brazo impidiéndole que cayera.
Por más que hubiera querido rechazar el contacto fue incapaz de hablar gracias al miedo que la invadió de apoco. Ahora, en medio de la noche y la oscuridad, verlo entre las sombras pareció ser todo un espectáculo cuándo recuperaba el equilibrio y se alejaba de él inevitablemente. Sus facciones pálidas y heladas ahora le recordaban más a la tierra que componía la luna, esa piedra blanca que era casi grisácea y brillaba de forma peculiar a lo lejos en medio de las estrellas, ahora tenía que agregar la palabra «peligro» antes de llamarlo guapo.
"¿Vienes a matarme?" preguntó en un susurro, no quería despertar a su madre a pesar de que estuviera en peligro. No quería perderla porque intentara ayudarla a pesar de estar temblando presa del pánico. Era cosa de tiempo después juntarse todo el año con vampiros como algo normal, firmando su sentencia de muerte sin saber.
Jasper en cambio pareció abrumado de solo pensarlo. Muy distinto a como lo había imaginado en un comienzo pues ahora la sola idea le hacía arrugar la nariz en disgusto — "Jamás te haría daño, Sophia."
"¿Entonces qué es lo que quieres?" inquirió, odiaba cuando le sudaban las manos ante el nerviosismo "No voy a decir nada sobre tu familia o nadie, pero quiero que te vayas."
"Lo siento."
"¿Lo sabías todo tú también?" preguntó "Sobre Alina, sobre todo."
"Tenía unas sospechas, pero no estuve seguro hasta hace unos días, cuándo la viste de camino a la Universidad."
"Claro," el acelerado latido de su corazón la delato, esa taquicardia que tuvo al sentarse sobre su cama que revelaba un sinfín de miedo ante su presencia. Había sido demasiado para ella y no podía lidiar con más cosas fantásticas: Doblegaron el sentido de su realidad para hacerlo añicos, y ya no tenía ánimos de continuar con una eterna guerra que no ganaría "Lo que dije en la casa iba en serio Jasper, no te quiero cerca" — "Ni a ti, ni a Renesmee, ni a nadie que sea conocido tuyo ¿Entiendes?"
"Lo entiendo." Él hubiera elegido lo mismo sin siquiera titubear. Hubiera tomado todo lo que tenía y se hubiera mudado al estado más soleado de todos para estar libre de todos ellos — "¿Vas a irte?"
Sophia frunció el ceño incrédula ante su pregunta, retrocediendo un paso cuando él se acercaba a ella en una reacción casi automática, en cambio, al rubio le dolió saber que le tenía miedo a él y lo que no podía cambiar, un miedo justificado y común, un miedo humano del que estaba al tanto.
"No," contestó, pero ella misma lo dudo en su cabeza al decirlo. Ahora que tenía la oportunidad: ¿Hubiera dejado todo Fairbanks atrás sabiendo la verdad? — "No lo sé" dijo sincera, si hubiera tenido media neurona no dudaría en dejar toda esa película de lado para disfrutar del calor lo que le quedaba de vida. "No puedo dejar a mi hermana."
El silencio fue eterno antes de que alguno de los dos volviera a hablar. Ella misma podía sentir el sonido de su respiración y su corazón desembocado, pero a pesar del pánico, quedo extrañada por esa calidez externa que la invadió como algo nuevo en ella de un momento a otro — Algo que la hacia relajarse a pesar de tener dificultades para respirar.
"No te vayas," Pudo sentir algo de angustia en el susurro de su voz, escondido en medio de la oscuridad antes de que diera un paso más que la obligó a retroceder por instinto de supervivencia, ¿Tendría un crucifijo entre sus joyas? Pura bisutería barata que no estaba ni cerca de ser un objeto de verdadera fe "Me aseguraré de que no te pase nada, que nadie te moleste y puedas estar en paz, pero quédate."
"Bien."
A veces odiaba lo ruidoso que el silencio podía llegar a ser. El zumbido de sus pensamientos, el latido de su corazón incluso lo banal de su respiración: Aterrada o no seguía mirándolo absorta en la belleza de sus facciones, lo sobrenatural de su belleza — Tenía tanto maldito sentido que le dolía admitir que era una real estúpida en las ocho letras de la palabra, el tacto de su piel, lo agraciado de sus movimientos y toda esa aura de misterio que siempre los había rodeado, todo este tiempo frente a sus ojos, demasiado fantástico para haber sido siquiera una teoría.
"Mi lealtad está contigo, Sophia" Le dijo, ¿Estaba soñando? ¿La atacaban los sueños lúcidos? Contó los dedos en su mano asegurándose de que todo era real, lentamente del uno al cinco. "Te soy leal a ti Sophia, a lo que me pidas ¿No lo entiendes?"
"¿Entender qué?" tuvo escalofríos al escucharlo, la manera en que lo decía como una promesa que jamás iba a romper.
"Que has ganado," parecía molesto consigo mismo, incapaz de creer lo que su propia boca decía "Has ganado la maldita guerra, he caído por ti."
"¿Una guerra?" preguntó incrédula "¿Eso soy? ¿Una batalla?"
"Es una maldición," — "No finjas que no lo es."
"Vete de mi propiedad" murmuró ofendida "¿Que no te puedes convertir en un murciélago? Retiro cualquier invitación que te haya dado para entrar."
"No conoces ni la mitad de la historia de Isabella y Edward" se explicó a sí mismo "Los problemas que trajo, no es algo simple, los humanos y los vampiros no están hechos para convivir juntos."
"No me digas," Sophia se apresuró al marco de la ventana queriendo abrir este al máximo para poder darle espacio para salir, sin embargo, no llegó a hacerlo para cuando sintió la mano de Jasper tomar la suya, impidiendo que se alejara más de el como ella hubiera querido. La chica tragó saliva al sentir el frío de su piel, el mismo de siempre que la dejaba con el corazón en la mano — La razón principal de cosquilleos inexplicables en la boca del estómago "¿Tiene que ver por tu naturaleza? ¿Por qué se alimentan de sangre? ¿La Inmortalidad? ¿Los murciélagos?"
"Los murciélagos son solo un mito, no puedo transformarme en nada."
"Bien, bueno saberlo." Lo áspero de su piel contra el dorso de su mano fue una caricia inesperada, una que le puso los pelos de punta al notar lo considerablemente cerca que ahora estaban, tanto, que sus facciones sumidas en lo oscuro de apoco se revelaban más ante ella mostrando al chico rubio por el que su corazón se enloquecía — ¿Cómo no iban a cambiar las cosas entre ambos? ¿Cómo todo sería igual después de saber que tal como Lucifer, Jasper era el más bello de todos los ángeles? El caído, el demonio más poderoso.
De pronto sentía unas enormes ganas de llorar.
¿Eso era un corazón roto? ¿La maldición que tanto hablaba? Estaba perdiendo la cabeza.
"No llores, California," le pidió él, y no temió en invadir su espacio personal para limpiar las lágrimas que caían a través de sus mejillas "No mereces nada de esto."
Lo único que había hecho era acompañar a su hermana al fin del mundo para estudiar tranquilamente, no para ser testigo de cosas sobrenaturales sin sentido, para seguir su vida con normalidad — La idea era besarlo cuándo tuviera la oportunidad, eso era lo que decía su lista de cosas que hacer, no llorar por que no tenía idea de como sobrellevar el tema.
"¿Era muy difícil haberme dicho? Te hice una maldita compilación" — "¿Qué edad tienes siquiera?"
"178."
"Santa mierda," exclamó sin dejar de impactarse "¿Es una broma? ¿178 y planeabas besarme? ¿Cuál es tu problema?" — "¡¿Tienes idea de lo mucho que me gustabas si quiera?!"
"Sophia—"
"No vengas con eso ahora, te he dicho que te vayas."
El vampiro se movió lentamente entre lo muerto de la noche, como uno más del mundo de las sombras con el rostro repleto de tristeza, y aguantó la respiración al verlo salir a gran velocidad sin dejar rastro alguno — Aún cuando una parte de ella pedía que lo llamara y no lo dejara ir, su parte racional temía por su propia vida y la de la gente que la rodeaba, recién tomándole el peso al nuevo despliegue de realidad que se aparecía frente sus ojos.
Se quedó ahí mirando a la nada por mucho rato, tanto que el frío le congelo los dedos de las manos y pronto las lágrimas le volvieron a caer por los ojos mientras encendía un cigarrillo y trataba de entender todas las cosas extrañas que le habían caído encima, todo el misterio de su hermana por el cual estuvo detrás tanto tiempo finalmente resuelto: Si la hubiera convencido de estudiar en Hawaii nada de eso hubiera pasado, es más, no hubiera pasado esa misma noche detrás del ordenador en todos los sitios web que encontró hablando sobre los vampiros con esperanza de saber más sobre el nuevo descubrimiento.
Y lejos de la propiedad de Sophia corriendo a través del bosque, el vampiro pensó en lo mucho que había querido besarla esa noche, obligándose a sí mismo a llenarse de esa peligrosa esperanza que nunca tenía para pensar con algo de optimismo, pues en su cabeza sabía que la tercera vez que lo quisiera, esa sería la vencida.
admiren este maravilloso manip de jasper
y sophia hecho por la única marti <3
ÑLKFÑLDKSÑLDF AAAAA La verdad es que soy pura felicidad por que estoy desarrollando la parte que mas he estado esperando y NEJWKDOSN BUCKLE UPPPPP por que ya estamos llegando al dramón que concluye al final y estoy: livid
No llegamos a la meta anterior (so sad) pero en esta casa no nos importa por que tarde o temprano voy a actualizar ya que esta historia es mi bb <3
La meta, igual que la anterior la mantendré en 40 votos, pues nos faltaron lit 4 para llegar<3
¿Qué les parecio el capitulo? i- ya no se que decir a estas alturas en verdad JDJSKDKSO
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